Cuánto tiempo sin pasar por aquí. He tenido que barrer alguna pelusilla nada más entrar… 🙂
En mi ahínco por crear herramientas educativas de los actos cotidianos y aficiones de los estudiantes, hoy traigo una idea en la que no dejo de pensar a diario. No considero estar “enganchada” a ninguna red social, pero sí que es cierto que raro es el día que no recibo alguna imagen vía Whatsapp, comparto vía Instagram o simplemente indico que me gusta vía Facebook. Las fotografías son parte de nuestro día a día porque, como dice el dicho, dicen más que mil palabras.
Tomar imágenes y compartilas es una manera más de comunicar y expresarnos. Es la razón por la que Pinterest, Instagram, Tumblr y demás webs y aplicaciones gozan de tanto éxito hoy en día. Compartir un paisaje, nuestra merienda, nuestra vestimenta, la página de un libro o un autoretrato (o selfie, modernamente hablando) dicen mucho más de nosotros de lo que pensamos. Y ser seguidor, además, nos inspira y activa nuestra creatividad (en especial la red social Pinterest a la que debo decenas de ideas de todo tipo).
Pero vayamos al cometido de este blog:
¿por qué no utilizar este boom del compartir imágenes como recurso de enseñanza?
Mi propuesta es plantear una temática semanal a los alumnos y que compartan imágenes relacionadas con este tema tomadas por ellos mismos en una red social común para toda la clase (Instagram, Pinterest…). Los temas pueden estar relacionados con lo que nos ocupa en clase o pueden ser propuestas de los propios alumnos: la comida, los animales, la familia, la primavera, la casa, el fin de semana, las vacaciones de navidad, temas abstractos como la alegría, la tristeza, la solidaridad o algo tan genérico como un color:
Obviamente, al tratarse del uso de redes sociales y teléfonos móviles y cámaras digitales, es una tarea especialmente indicada para jóvenes y adultos, pero también podría proponerse para edades más tempanas, con la colaboración de los padres y compartiendo las imágenes en clase que ellos podrían proporcionar a través de pendrives o tarjetas de memoria.
A cada imagen le debe acompañar una descripción en español: qué significa, por qué la he tomado, dónde la hice… lo que el autor desee dar a conocer de su fotografía. También puede servirse de las etiquetas, tags o hashtags, para practicar vocabulario (#teléfono, #rojo, #antiguo…).
Estas redes sociales permiten al resto de compañeros ver, comentar, compartir e indicar megusta a las fotos de todos los participantes, fomentando un clima de compañerismo en el aula, ayudando a los alumnos a conocerse entre sí y a darse a conocer ellos mismos.
El uso de léxico, la narración y descripción de la mano de la creatividad y los intereses del alumno en una actividad cotidiana y agradable para todos.
Un saludo… y una foto 😉